martes, 11 de marzo de 2025

Prendas de cobre como medicina

 

Las prendas de cobre



Pueden tener beneficios para la salud, como reducir la inflamación, aliviar el dolor y mejorar la circulación. También pueden ayudar a cicatrizar heridas y lesiones en la piel.

Beneficios para la salud

Reducen la inflamación y el dolor articular. Alivian la artritis, reuma y artrosis. Ayudan en la recuperación de lesiones de ligamentos. Mejoran la circulación. Aceleran la curación. Mejoran la salud cardiovascular. Protegen la piel contra infecciones. Ayudan a mantener la piel flexible y reducir las arrugas. Alivian molestias leves. Refuerzan el sistema inmunológico. Beneficios para la ropa. Las propiedades autosanitizantes del cobre ayudan al manejo de las heridas y lesiones en la piel. Los productos de cobre, como los textiles y las prendas de vestir, ofrecen propiedades antimicrobianas que pueden reducir el riesgo de infecciones y la propagación de gérmenes. El cobre también ayuda a mantener saludables los vasos sanguíneos, los nervios, el sistema inmunitario y los huesos.Las propiedades curativas de las joyas de cobre han sido bien conocidas durante siglos. De hecho, los antiguos egipcios, griegos y romanos usaron cobre para prevenir enfermedades y Mejorar la circulación sanguínea. Los beneficios físicos de las joyas de cobre se deben a sus propiedades electromagnéticas. Cuando el cobre está en contacto con la piel, crea un campo magnético que estimula la circulación sanguínea y reduce la inflamación. Esto puede ayudar aliviar el dolor e incomodidad, especialmente para las personas conartritis y otras afecciones inflamatorias.

Se dice que las pulseras de este metal supuestamente poseen aspectos positivos; y al parecer los beneficios de usar joya de cobre son varios, entre ellos: Mejora del sistema inmunitario. Ayudan a estimular el campo energético. Estimula las ondas cerebrales. Favorecen al sistema cardiovascular. Alivia la artritis y migrañas. Permitiría el traslado del oxígeno a través del cuerpo

El cobre

Tiene propiedades medicinales antimicrobianas, antivirales, antibacterianas y antioxidantes. El cobre es efectivo contra virus, bacterias y hongos. Se utiliza en pasamanos, ascensores, grifos y manijas para reducir la transmisión de infecciones. Se ha demostrado que el cobre es efectivo contra el virus de la influenza A y el VIH. El cobre tiene propiedades antivirales que pueden ayudar a combatir el COVID-19. El cobre protege a las células de la oxidación. El cobre ayuda a combatir infecciones y bacterias que pueden atacar a la piel.

Otras propiedades

El cobre ayuda a la formación de glóbulos rojos. Ayuda a mantener saludables los vasos sanguíneos, los nervios, el sistema inmunitario y los huesos. Ayuda a la absorción del hierro. Ayuda a producir energía. Ayuda a producir tejidos conectivos y vasos sanguíneos. Activa los genes.

En cosmética, el cobre se utiliza en productos antienvejecimiento, con acción reafirmante y antiarrugas.

Cobre en la dieta

El cobre es un oligoelemento esencial que está presente en todos los tejidos del cuerpo. Se necesita una pequeña cantidad para que el cuerpo funcione, pero el cuerpo no puede producir su propio cobre. Debe obtenerlo de la comida.

Funciones

El cobre trabaja con el hierro para ayudarle al cuerpo a la formación de los glóbulos rojos. También ayuda a mantener saludables los vasos sanguíneos, los nervios, el sistema inmunitario y los huesos. El cobre también ayuda a la absorción del hierro.

Fuentes alimenticias

Las ostras y otros mariscos, los granos enteros, las legumbres, las nueces, las papas (patatas) y las vísceras (riñones, hígado) son buenas fuentes de cobre en la dieta, al igual que las verduras de hoja oscura, las frutas deshidratadas como ciruelas, el cacao, la pimienta negra y la levadura.








Todo el material pertenece a sus creadores y no a mi persona

jueves, 6 de marzo de 2025

La Biblia

 

La Biblia


Es un conjunto de libros sagrados que se considera inspirado por Dios. Entre sus propiedades se encuentran la unidad, la veracidad, la revelación divina y la autoridad.

Propiedades

Unidad: La Biblia está unida entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, y entre todas las partes de los libros.

Inerrancia: No contiene errores en lo que se refiere a la salvación.

Veracidad: Contiene las verdades necesarias para la salvación.

Revelación divina: Es un mensaje de Dios que transforma a las personas.

Usos: Ayuda a conocer a Dios y a Jesucristo. Ayuda a comprender por qué murió Jesús y cómo su muerte da poder y un hogar celestial. Ayuda a conocer la verdad de Dios y a honrarlo y agradarle. Ayuda a adquirir una “mentalidad de Dios”. Ayuda a vivir con valentía en un mundo secular. Ayuda a encontrar una guía para la vida diaria. Ayuda a encontrar consuelo en tiempos difíciles. Ayuda a iluminar el camino hacia Dios. Ayuda a desarrollar el intelecto. Ayuda a cultivar la alegría.

La bibliología es el estudio del libro en su aspecto histórico y técnico. Puede referirse al estudio de los libros como objetos físicos o al estudio de la doctrina teológica de la Biblia.

Bibliología como ciencia del libro

Estudia los libros en sus condiciones materiales, literarias, de antigüedad, de autenticidad y de mérito. Estudia los libros en una colección o biblioteca.

Incluye ramas como la bibliografía, la biblioteconomía, la archivística, la documentación y la museología.

Bibliología como estudio de la Biblia: Estudia la doctrina teológica de la Biblia. Enseña que la Biblia es inspirada por Dios. Sostiene que la Biblia es infalible e inerrante, es decir, que no contiene errores, contradicciones ni discrepancias. Ayuda a comprender cómo Dios utilizó las personalidades y estilos de los autores humanos de las Escrituras. Permite saber por qué se excluyeron otros libros de la Biblia. La bibliología se relaciona con la cuestión de cómo se relacionan entre sí los autores divinos y humanos de las Escrituras. 

La Torá es la base de las reglas y regulaciones religiosas judías, y está formada por los libros de Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.

Historia de la Torá

En la tradición judía, Moisés es el autor de la Torá. Según el libro del Éxodo, Dios (Yahvé) dictó la Torá a Moisés en el monte Sinaí.

En el judaísmo, el Antiguo Testamento se llama Tanaj, que es un acrónimo de Torá, Neviim y Ketuvim (Ley, Profetas y Escritos).

El Génesis; El Génesis es el primer libro del Tanaj judío y de la Biblia cristiana. El nombre Génesis proviene del griego helenístico γένεσις y puede traducirse como «Origen», «Creación» o «Nacimiento».

El Códice Sinaítico es la versión más antigua del Nuevo Testamento que se conoce. Está escrito en pergamino y data del año 400 d.C. Es uno de los tres códices más antiguos que contenían la Biblia completa en griego.

Ya antes de Cristo había dos versiones de la Biblia: la original, en lengua hebrea, y la traducción griega, para los judíos de lengua griega. La Biblia griega incluía algunos libros y capítulos de libros que no figuraban en el original hebreo. Los primeros cristianos eran en su mayor parte judíos de lengua griega; seguían, por tanto, la lectura de la Biblia griega. Pero cuando, a finales del siglo i d.C., los judíos excluyeron definitivamente a los cristianos de sus sinagogas, decidieron aceptar solamente los libros del original hebreo; de esta manera, se quedaron con el llamado «canon (= lista) restringido», mientras que los cristianos siguieron usando el «canon amplio», en lo que se refiere al Antiguo Testamento.

El protestantismo, en el siglo xvi, pretendió «volver a los orígenes» y adoptó la norma judía en cuanto al contenido del Antiguo Testamento, aunque conservando el orden de la Biblia griega y de la Vulgata. Por eso los judíos y los protestantes tienen menos libros en el Antiguo Testamento que los católicos. En cuanto al Nuevo Testamento, no hay ninguna diferencia entre los católicos y los protestantes, aunque –como es lógico– el Nuevo Testamento no figura en las biblias judías.

La Biblia es algo que se fue haciendo, construyéndose, no dado de una vez, y esto es patente tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. De los textos del Antiguo Testamento, los libros narrativos son la literatura nacional del pueblo de Israel y no contienen una enseñanza de lo que los fieles deben creer o hacer. Esa enseñanza asoma solo en los libros de ley y sabiduría. Tampoco lo que enseñan los proféticos («textos subversivos que socavan los cimientos de la religión establecida») se parece a lo que predican hoy el judaísmo y el cristianismo.

La idea de que con Jesús había ocurrido algo radicalmente nuevo, fundamental para los primeros escritores cristianos, es la base del Nuevo Testamento. Este no es, por tanto, una mera continuación del Antiguo, pero sí enlaza con él y, en cierto modo, lo reescribe. Para los cristianos, el Nuevo Testamento contiene la respuesta (la redención en Cristo) a la caída en el pecado que describe el Antiguo, así como el cumplimiento de sus profecías.

Parte destacada del Nuevo Testamento son las cartas de Pablo, el principal responsable de la transformación de una nueva forma de judaísmo en una religión distinta y abierta a todos. En ellas, Pablo tantea en busca de las expresiones adecuadas que den cuenta de una nueva realidad, la que se abre con la resurrección de Jesús.

La Biblia se originó en la Edad Antigua, como una recopilación de textos escritos en hebreo, arameo y griego. Estos textos fueron escritos en un periodo muy largo de tiempo.

Antiguo Testamento

Los primeros textos de la Torá, el libro sagrado de los judíos, fueron escritos en el siglo IX a.C. por el autor J (Yahvista). El autor E (Elohista) escribió una versión de la Torá en el siglo VIII a.C. El Antiguo Testamento se cree que fue compuesto hacia el siglo XV a.C. El proceso de canonización del Antiguo Testamento se completó aproximadamente en el siglo II a.C.

Nuevo Testamento

Los libros del Nuevo Testamento fueron escritos en su mayoría en griego durante el siglo I d.C. Los Evangelios y las Epístolas fueron reunidos y aceptados gradualmente como parte del canon cristiano hasta el siglo II d.C.

Recopilación de la Biblia

La Biblia, tal y como la conocemos, fue recopilada por primera vez en el siglo III antes de Cristo. Los manuscritos de la Biblia eran copias hechas a mano sobre pergaminos de piel de cordero, de cabra o de asno.

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Nota: La autoría del siguiente texto pertenece a sus autores, no es de mi propiedad ni los estoy usando para lucro de ningún tipo.

Respecto al Antiguo Testamento, aunque no contamos con los manuscritos originales, los cuales serían de entre 2,400 y 4,000 años de antigüedad, sí contamos con los rigurosos procedimientos que tenían los antiguos escribas, talmudistas y masoretas judíos, para asegurar a toda prueba la preservación de la exactitud de los textos. Éstos, en diferentes etapas de la historia del pueblo judío, se encargaban de transcribir los textos de un rollo viejo y sujeto a volverse inservible (porque eran de materiales muy perecederos como pieles y pergaminos), a uno nuevo. Para ello cuidaban mantener un número preciso de columnas, líneas, letras por línea y espacio entre letras. No podían escribir absolutamente nada de memoria y guardaban rituales que les enfatizaban la importancia de hacer su tarea en forma extremadamente cuidadosa. Una vez que copiaban un texto de un rollo viejo a uno nuevo, el nuevo valía tanto o más que el viejo, de manera que no tenían ninguna preocupación por preservar los rollos viejos.

Los masoretas refinaron estos procedimientos contando todo lo susceptible de contar, como el número de veces que aparecía cada letra en cada libro, su número total de letras y palabras, la palabra y letra central, y otras minucias más, que tenían el propósito de asegurar una transcripción absolutamente exacta de los textos, al tener que coincidir esas cuentas entre copias viejas y nuevas. “No añadiréis a la palabra que yo os mando ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová, vuestro Dios, que yo os ordeno.” Deuteronomio 4.2 RV95.

Confirmaciones sobre lo anterior las encontramos en la Septuaginta, que fue la traducción que se hizo de los textos hebreos al griego (285-246 A.C.), la cual se encuentra muy apegada a los textos hebreos masoréticos, y en los rollos del Mar Muerto de más de 2,000 años de antigüedad (unos 15,000 fragmentos de más de 500 textos), descubiertos en Qumran (1947-1956), actual territorio palestino, y que se ha visto que son extraordinariamente fieles.

Respecto al Nuevo Testamento, su confiabilidad la basamos en la cercanía entre las fechas de los manuscritos que tenemos preservados contra las que se estiman que se escribieron los originales, y la cantidad de estos manuscritos. El Nuevo Testamento contiene los textos antiguos que más soporte tienen de copias antiguas con una diferencia descomunal. Para entender esto consideremos que la Ilíada de Homero es el libro que le sigue con más sustento, al tener 643 manuscritos antiguos, siendo la fecha de los más antiguos de éstos unos 400 años posteriores a la fecha estimada de su escritura. Del Nuevo Testamento contamos con casi 25,000 manuscritos antiguos, de los cuales más de 5,000 están en griego, siendo los más antiguos sólo entre 50 y 200 años posteriores a las fechas estimadas de los originales. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” Mateo 24.35 RV95.